Infladores manuales o eléctricos para globos

 

Cuando celebramos una pequeña fiesta solemos utilizar globos como decoración. Si estamos hablando de una pequeña cantidad siempre podemos recurrir a la fuerza de nuestros pulmones o reclutar algún voluntario forzoso para esta tarea pero cuando hablamos de decoraciones extensas o para muchos invitados el sistema tradicional se vuelve simplemente inviable.

Si vamos a montar fiestas de forma puntual de forma no profesional podemos arreglarnos con un inflador manual de globos, de tal forma que sustituimos el esfuerzo pulmonar por la fuerza y el movimiento de nuestros brazos. Se trata pues de una solución perfecta para quienes tengan que montar unas pocas fiestas anuales ya que facilita en gran medida la labor de hinchado de globos con una inversión económica mínima y sin necesidad de enchufarse.

Cuando la decoración de fiestas pasa a tener una mayor periodicidad hay que plantearse dar el salto a los infladores eléctricos de globos. Con estos equipos podemos hinchar una gran cantidad de globos de cualquier tamaño y forma sin agotar nuestra resistencia física. Estos equipos cogen el aire atmosférico y lo inyectan dentro de los globos con la presión adecuada para que estén bien hinchados sin llegar a explotar. Su utilización es muy sencilla y sólo hay que tener cuidado de no acercar a los ojos para evitar que el golpe de aire pueda provocar daños. Para que los globos no se desinflen más rápido de lo habitual es recomendable que no haya una gran humedad ambiental en el momento del inflado. Debido a las pequeñas dimensiones de estos equipos, y la relativamente poca potencia de los mismos, es conveniente no tenerlos en marcha varias horas seguidas, dos o cuatro según las capacidades de cada modelo, y dejarlos parados durante un tiempo para que se enfríen antes de volverlos a utilizar.

Ya sabes: para la próxima fiesta no te dejes los pulmones, prueba con el inflador de globos manual o, si ya vas a dedicarte en serio a las fiestas, el eléctrico.

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