Ya hemos optado por comprar un cañón eléctrico de confetis y serpentinas para nuestra empresa. Así podremos animar y crear mejores efectos para que nuestros clientes estén contentos y repitan con nosotros o nos recomienden a sus amigos. Pero claro, no es sólo comprar el cañón que mejor se adapte a nuestras necesidades sino que también aquel que pueda ser ampliado en función del crecimiento que necesitemos y de las posibilidades que puedan surgir.
Así el hecho de disponer de un cañón lanzador de serpentinas que disponga de un sistema de grapas Truss y vasos trípodes nos permite colocar el cañón en casi cualquier posición permitiendo mejorar el espectáculo para nuestros clientes. Ya no estamos limitados a simplemente disparar al aire y generar una lluvia de confetis o de serpentinas, cosa que está muy bien, sino que podemos orientar los cañones en diferentes ángulos y alturas, siempre que tengamos una estructura tipo andamio o un trípode para ello, de tal forma que sólo nuestra imaginación limita las capacidades de estos equipos.
Si a las grandes opciones de colocación y distribución que se consiguen con las grapas Truss le añadimos la facilidad de uso y seguridad de los pulsadores con llave vemos que estamos ante un sistema que va más allá del simple cañón de confetis utilizando cargas de CO2. Con una buena planificación y preparación podemos activar los diferentes cañones eléctricos de serpentinas de forma individual o por sectores consiguiendo nuevos efectos para destacar los grandes momentos de nuestros clientes. Así podemos hacer un pasillo de confetis según vayan avanzando los anfitriones, o generar una guerra de serpentinas para recintos más grandes.
Son estos accesorios los que realmente nos permiten demostrar nuestra creatividad evitando las limitaciones prácticas que tienen los cañones de serpentinas y confetis más sencillos. Se trata pues de complementos que dan mucho juego a nuestros efectos para fiestas.
