Tunel del terror para Halloween

Odio las películas de miedo. Me asusto con cualquier ruido inesperado y doy un brinco cada vez que el puñetero gato de Juan se me cruza en por el pasillo. ¿Qué narices hago en una Fiesta de Halloween? Y encima resulta que hay un túnel del terror… y no puedo evitarlo: hay que pasar por el túnel para entrar a la fiesta.

Tomás, que va vestido de enterrador y maquillado como un zombie, me dice que no me preocupe: que ha avisado para que sean benevolentes conmigo. ¡Seguro que son peores conmigo!

Bueno… vamos allá

Cruzo una especie de cortina hecha con flecos decorativos negros. Son de plástico y hacen un sonido rasgado al rozarse. Ya estoy dentro. Es un pasillo oscuro. Sólo se ve una luz amarillenta al fondo. ¿Qué es esto? Mmm… ¡globos! Han hecho un pasillo con globos negros a cada lado. ¡Se lo han currado! La verdad es que este pasillo con las paredes de globos de látex negros es clautrofóbica. Sólo hay una luz al final del pasillo. Vaya. Es una bolsa de luz con una vela. Seguro que podría usarla en una cena romántica pero aquí sola da miedo.

¡¡¡¡Ahhhhhh!!!!

Ya sabía yo que esto estaba muy tranquilo. ¿Quién era? ¿Martín? ¡Vaya susto me ha dado! Bueno salgamos de este pasillo de globos.

Por fin salgo del pasillo. Aquí deben haber utilizado una buena máquina de niebla, porque no se ve el suelo. Esas lápidas deben ser de cartón, pero dan el pego. Nuevamente más velas y bolsas de luz consiguen un efecto tétrico. Allí parece que está la salida.

¡¡¡¡Ahhhh!!!

No había visto a este esqueleto. Muy originales poniéndolo detrás de los puffs decorativos y con un globo LED encendido para que creyera que había que salir por allí. Pues no. Me tocará buscar otra salida. Ya no puede quedar mucho peor el disco que han puesto de ruidos de miedo me está poniendo los pelos de punta.

Allí se ve una luz por debajo de lo que parecen serpentinas. Seguro que allí hay alguien esperando para darme un susto, pero no veo más salidas. Vamos. Cojo las serpentinas y me abro paso de repente, como queriendo asustar yo a quién me esperase, pero no hay nadie. Me encuentro frente a una puerta de madera. Detrás oigo la música de la fiesta y ¡¡¡¡Ahhhh!!! ¡¡Juan!! ¡Qué susto! Creía que ya había terminado el túnel del terror.

¡Feliz Halloween!

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