A medida que la sociedad ha ido evolucionando, los recursos tecnológicos nos han permitido adaptarnos a un modo de vida diferente. Todo este progreso ha influido, como es lógico, en los entretenimientos y aficiones y, aunque hoy en día la sociedad está algo más aislada debido a la influencia tecnológica, algo que todavía sigue despertando interés y provocando diversión son, sin duda alguna, los espectáculos.
Todo el sector de los eventos ha cambiado mucho y, cuando antes el acceso a los mismos era limitado, ahora tenemos infinidad de lugares donde podemos ver actuaciones, fiestas, shows… para todo tipo de públicos y con diferentes precios (incluso algunos son gratuitos). Por ese motivo, es importante repasar cómo han ido evolucionando y en qué han mejorado.
Efectos visuales antes y ahora
Al producirse estos avances, las técnicas empleadas en los propios acontecimientos son bastante más llamativas e, igualmente, los asistentes son cada vez más exigentes y lo que valía antes para impresionarles ahora puede ser algo que ya se espere de forma habitual. Por ese motivo, es imprescindible innovar y, para ello, tenemos infinidad de recursos que podemos explotar a través de los efectos.
Antes, se empleaban los rudimentarios cañones de confeti cuando ahora, por ejemplo, podemos sorprender a todos con una gran lluvia de colores mediante los lanzadores eléctricos. Tal y como su nombre indica, requiere de electricidad para que pueda funcionar, lo cual antiguamente no era tan sencillo. Sin duda, serán los más pequeños los que disfruten de ellos, pero emplear una gran cantidad de consumible en el momento justo dejará boquiabiertos a todos.
Lo que antes llamaba la atención ahora es una constante: hay que buscar algo más
Otro de los elementos que se emplean actualmente son las máquinas de humo ya que con ellas se consigue crear un ambiente misterioso inigualable. Ningún espectáculo de calidad que incluya momentos de tensión o miedo puede prescindir de ella. Incluso los circos más importantes las necesitan para llenar todo el escenario y conseguir ese efecto de intriga que tanto gusta a los asistentes. Igualmente, ahora también hay opciones de niebla y de humo bajo, por lo que la personalización del impacto visual puede ser máxima.
Años atrás se sorprendía al público con métodos y técnicas mucho más sencillas de las que hoy podemos imaginar pero, por mucho que se trate de cambiar, todos tienen el objetivo común de entretener. Los dos sistemas anteriores antes eran una revolución pero, ahora, se están convirtiendo en una constante.
Si realizas fiestas, espectáculos, shows, representaciones, rodajes, tienes un local de ocio… y realmente quieres cumplir con las expectativas del público es vital que te adaptes a los cambios y utilices en el escenario dispositivos como los mencionados anteriormente.
Revoluciona tus eventos
Confeti, serpentinas, humo, burbujas… Todos ellos empiezan a normalizar su uso y el acceso a ellos es muy sencillo, bien sea a través de un alquiler de máquinas o bien como compra. Sin embargo, hay algunos más que son dignos de mención ya que han aterrizado con mucha fuerza en el sector de los eventos.
Dale a tu público un recuerdo inolvidable mediante un efecto visual espectacular
Primero, las máquinas como la Big Blaster, las cuales permiten lanzar una gran cantidad de consumibles en muy poco tiempo (como las que se usan para celebrar un título de Liga o Champions en fútbol). Segundo, las Flame Jet, las cuales crean columnas de fuego y son perfectas para conciertos o festivales (solo se pueden utilizar en exterior). En tercer lugar, las Sparkular, dispositivos de fuego frío que lanzan torrentes de chispas prominentes sin que quemen, lo cual hace que se puedan color en espacios de interior ya que son seguras, evitando además la necesidad de permisos de uso de pirotecnia. En el vídeo que te adjuntamos a continuación podrás ver algunos de estos efectos visuales en un espectáculo.
El hecho de cambiar los métodos tradicionales por los más innovadores es un proceso que requiere esfuerzo y voluntad, aunque la mayoría de estos elementos son fáciles de manejar y con un poco de atención se pueden obtener resultados increíbles. Si se combinan todos ellos todavía se logran mejores actuaciones y, en este tipo de actos, la puesta en escena y la parte visual son determinantes.
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