Los grandes eventos necesitan de una gran organización detrás para que todo salga según lo previsto y sin sorpresas. Generalmente la realidad es que para la gran mayoría de visitantes el éxito de una gran evento, como el Primavera Sound de Barcelona, se limita únicamente a lo que ven con sus propios ojos (los grupos musicales, la calidad del sonido, facilidad de acceso, baños, etc.) y no suelen valorar aquello que no tiene tanta visibilidad aunque sea imprescindible (instalación eléctrica, medidas de seguridad, etc.), salvo cuando hay un problema.
Casi nadie se acordará de los efectos de confeti o el chorro de nube de CO2 con efecto megatron, salvo que haya algún problema. Si los efectos especiales que deberían acompañar a la actuación principal, los conciertos en el ejemplo del Primavera Sound, quedan deslucidos, ya sea por demasiada poca potencia o por activarse a destiempo, sí que serán comentario, y normalmente negativo, del público.
Como en cualquier profesión, o servicio, la mejor garantía de un trabajo bien hecho es la contratación de servicios con operarios profesionales y con experiencia. La disposición y programación de los diferentes efectos especiales (confetis, máquinas de humo, de espuma, nieve, etc.) para que actúen de forma coordinada con los espectáculos musicales de diferentes grupos hace necesaria un estudio y planificación previos que tal sólo puede llevarse a cabo con garantías si se cuentan con las correctas máquinas stadium y profesionales acostumbrados a su utilización adecuada. Estos sistemas de efectos especiales pueden ser controlados de forma manual individualmente, mediante sistemas automáticos preprogramados o bien de forma manual centralizada en un único panel de control que permite al responsable de efectos la gestión de la mayoría de efectos especiales.
Porque es en los detalles que no apreciamos a simple vista donde la organización profesional de un gran evento destaca.
